Nieblas otra vez


Como el más hermoso sueño, te vas sin decir adiós...
Mi amanecer se oscurece con la nostalgia de tu amor haber perdido...
Aunque tal vez el roce de tu piel con la mía fue sólo una ilusión...
Quisiera dejarlo... Pero duele decirme a mi mismo que algo que parecía ser tan real, fue una farsa.

Veo la niebla descender... 
Para mi mundo turbar una vez más...
Para mi pasión turbar una vez más...
Y el deseo de que tus brazos mi cuerpo rodeen, quizá, sólo llegue a ser una frustración.

Desde hace mucho tiempo he buscado algo en que creer...
Y en ti encontré mi camino...
En ti encontré mi pasión, mi anhelo y mi verdad...
Pero parece ser, que aquello que amo de ti, no soy capaz de merecerlo.

He vivido esto antes... Pero la diferencia es que ahora es más complejo...
La diferencia, es que ahora estoy seguro de lo que quiero, deseo, anhelo y añoro tener...
Y lo único que se esconde detrás de todo esto... La única razón que siento de mi existir, eres tú.

Te sentí muy cerca estrella mía, pero ahora entiendo, que tu luz es un reflejo de mi ilusa visión...
Tanto desprecié el sol... Pero ahora no logro calentar mis tensas manos...
Quede atrás, atado a aquella vida que decidiste dejar en el pasado...
Pero por siempre, dentro de mis lágrimas se ocultará tu brillo, el místico y celestial resplandor de tu ser.

No se puede rescatar lo perdido...
No se puede perder lo que no se obtuvo...
No se puede obtener lo que no se merece...
Y no se puede merecer lo que no eres capaz ni digno de anhelar y desear.

Finalmente, no estuve solo en esta ilusión...
Porque la lluvia te empapó a ti también...
El mar nos ahogó... Y en las frías profundidades estamos perdidos, en perpetua desolación...
Has utilizado tu mágica esencia para cautivar mi alma... Pero no sabíamos que el destello de nuestro amor sería una condena.

Mis lúgubres y desesperadas suplicas de que arreglarás nuestro presente no escuchaste...
Una vez más, he lavado mis manos en la inocencia y en la ignorancia...
Fúnebres cielos difuntos; lloren sangre sobre mis afligidos y débiles deseos...
¡Oh, hermosa y aturdida luna!, dime que esto es sólo un sueño...
Dime, ¿por qué tiene que ser tan real?.

El brillo del mar se opaca...
Ya no tiene razón de ser...
Y aún en este mar seco, navego sin rumbo en búsqueda de la verdad...
Entre tus tierras florecí y me cegué por tu incierto y sagaz amor...

He alejado tus miedos y consolado tu llanto...
Te dí todo mi ser, toda mi esencia, y ahora de ti sólo queda el recuerdo muerto y la nostalgia...
Tus ojos no observaré nunca más... Tu voz no escucharé nunca más...
Pero a pesar de que la infinidad me pierda en un vacío... Tú sigues siendo todo, todo para mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario