El camino del lobo


El camino del lobo, juzgado por su conciencia, por su sentir…
Su aullido de dolor, rezando a la luna, por su compasión…
El camino del lobo solitario, del ser que vive en el silencio…
Es el brillo de las estrellas que te guía hacia tu taciturno destino…

En las noches, sólo tú puedes sentir el dolor…
Sólo tú lloras con la razón de no ser quien eres…
La bestia más noble; eres el acompañante de la soledad.
Vives con la esperanza de que llegue el día de la devoción.

Cazas, corres y luchas porque forma parte de ti…
Y te juzgan por ello… Nosotros matamos, corremos y mentimos, porque forma parte de lo que quisiéramos ser; somos una creación tan patética…
Pero quienes deseen seguir tus pasos podrán hacerlo… Porque esperas con ansias el momento en que alguien quiera abrir tus puertas…
Esperas con ansias el día en que la luna te de una sonrisa y no una lágrimas...

¿Qué harías en este mundo?, si tú mereces mucho más…
La soledad, tu aliada, tu única salvación es la muerte…
Cada luna llena escucho tus llantos y tu furia…
Cada luna llena escucho y siento tu dolor…

El viento sopla sobre tu pelaje, y te acobijas entre las flores que encuentras…
Anhelante de la oscuridad; eres tú, frágil y fuerte criatura.
Delirante, y piadoso ante quienes para tus ojos son el bien…
Pero ante sus ojos tú eres temor, tú eres crueldad…

Entiendo tu ira, entiendo tu dolor, y aunque pasen eternidades, nunca llegarás al odio…
Al morir, tu cuerpo se convierte en polvo, y vuelvas con el viento… 
Tu alma queda libre, y puedes por fin respirar… Viajar hasta la luna y darle una caricia…
Sólo tú entiendes el sufrimiento de la luna; yace tan desolada…

Tan cerca te sentí antes, luna mía; que hoy logro ver lo lejos que te encuentras.
Somos almas divagando en un sueño efímero… Tras cruzar una puerta que no tendrá salida…
Escuchamos las voces de los niños, reír, llorar… Siempre tan diferentes, siempre tan inocentes…
Tú vengas todos aquellos crímenes… Cuando roban la felicidad de las almas jóvenes, cuando roban la inocencia de quien no merecía perderla…
Y cada vez que nosotros pecamos, te decepcionas… Y debes marcharte; siguiendo tu camino, tu camino de soledad y frialdad…

Una vez más puedes contemplar la luna, y los astros; una vez más el cielo se despeja ante tu aullido, tu grito, tu proclamación…
Es el camino de la soledad…
Y una criatura, digna del amor, digna de la verdad…
Una criatura que jamás tuvo nada en que temer, nada que perder, porque no tuvo nada para presumir.
Una criatura tan sensible como tú… Lobo, hilarante del silencio.



No hay comentarios:

Publicar un comentario