Te amo; te extraño.


Hoy comenzaré con decirte que te amo…
Que los días siguen siendo tormentosos, y la lluvia no ha cesado en este corazón.
Quiero decirte que te espero con ansias, que muero deseando tenerte en mis brazos de nuevo y por siempre, eternamente.
Estás tan lejos que mis ojos no te distinguen del horizonte…
Aún mis manos sienten tu lacio y largo cabello dorado…
No me explico porque cada vez que te tuve enfrente no me detuve a detallar tus ojos…
Ahora no tengo un recuerdo de una mirada tuya; ahora no sé si me mirabas con amor…
Estas notas del piano me envuelven, y me dejan volar, divagar; me inspiran, pero nunca tengo el valor suficiente como para mandarte estas palabras con el viento.
Por miedo a qué pensarás de mí, si he sido tan imprudente, y ahora veo mis errores; ahora logro ver todos esos hechos que te alejaron de mi vida… ¡Espero que no sea tarde!

Pero aunque los mares y los vientos se pongan en mi contra, juro que lucharé por llegar a donde tú estés…
Porque no habrá tormenta que me impida moverme…
Aunque este suelo esté inestable, aunque en mi ser no cese la lluvia, eres esa luz que veo al final de este túnel; y quiero abrir el horizonte para poder cruzar contigo, tomados de las manos…
Besarte como si mañana tu aliento se extinguiera… Tu aliento se extinguió y aún anhelo tus besos…
Tus dedos, cuando me tocabas; cuando me abrazabas y decías sentir mi corazón latir, pero nunca te dije que mi corazón latía por ti y para ti… Ahora que no estás, no late, no da señales de vida…
Vago solitario por estas calles tan desoladas, esperando verte en una esquina, o sentada en alguna banca; para ir corriendo a tu lado…

Algo está sonando… Es tu voz…
-¿Estás ahí?, ¿dónde estás?-.
Estoy alucinando, estoy enloqueciendo con esta falta de ti.
No quiero seguir siendo yo quien te ame y no te merezca…
No quiero seguir siendo yo quien deba llevar este peso en los hombros…
Dijiste que siempre estarías para mí…
-¿Dónde estás?-.
Mi amor… Puedo ver tu rostro reflejado en el agua a la luz de la luna…
Puedo sentir tu aroma en estos campos donde un día corrimos; donde un día reímos, donde un día fuimos felices…
Puedo sentirte ahí, en las sombras de tu recuerdo…

Escuchar la lluvia caer… Escuchar mis lágrimas caer…
Sólo quiero volver a tus brazos…
Sólo quiero otra oportunidad…
Porque te amo, y es tuyo mi ser.



A veces el sueño se escapa de los ojos del soñador…
A veces las rosas se clavan en manos de quien deseaba regalarlas como gesto de amor…
A veces la luz se vuelve calor, y ese calor te quema…
Y desde que has aparecido me envolviste entre tus brazos, protegiéndome de mi mismo…

Pero me soltaste, me enseñaste a vivir a tu lado…
¿Cómo vivir ahora?, tengo miedo, sin ti estoy tan perdido…
Mis gritos se extravían en el vacío de mi alma, mi voz se desgarra en vano…
Alguna vez fuiste tú quien estuvo ahí consolando mi llanto… Alguna vez fuiste tú…

El suspiro silencioso de mí ser, solamente tú…
Se supone que mi corazón sanó… Se supone que tu aliento dejó restos de oxigeno con el cual yo podría respirar…
Pero todo es mentira, incluyendo esta sonrisa que da vida a tu color…
Estas heridas se siguen abriendo con el filo del tiempo que pasa y corta sin cesar…

Mi cielo destiñe su color azul…
Estas nubes no dejan de llorar... Tóxicos son los besos que nunca debiste darme y dejaste tatuados como huellas quemadas en mi piel…
Apareciste cuando estaba en soledad, cuando estaba atormentado por el silencio, llegaste tú…
Ahora lo único que deseo escuchar es un “te quiero” que me dediques, pronunciados por tus mismos labios… Por los mismos labios que alguna vez llegue a rozar…

Me revuelcan las olas… Pero aún mi cabeza puede sobre pasar el nivel del mar…
La única razón por la que aún lucho por sobrevivir eres tú… 


Decirte adiós


Tu presencia grita mi tormento...
Aún tu voz se eleva entre mis entrañables sueños...
Cada vez que siento tu calor mi aliento se escapa...
No estoy respirando... Mi corazón no está latiendo...
No hay luz en mi noche desde que tú dejaste de brillar...

Ahora mismo estoy volando solo... Con lágrimas cayendo desde mis desorbitados y entristecidos ojos...
El dolor surge a la luz de mis derrotados ojos...
De pronto todo se desvanece en un último aliento...
Fui dejado atrás...
Si hoy llueve en tu cielo, son las lágrimas perdidas de mi alma...

Logré ser la cura para tu dolor...
Logré abrirte una puerta...
Mientras soporté las quemaduras y su ardor al intentar apagar tus llamas...
Y ahora, si te vas; por favor, llévate el recuerdo...
Confía en mí... Mándame al olvido...
¿Por qué no ha cesado la lluvia en mis ojos?...

La niebla desciende lentamente y mi mundo se nubla por tu culpa...
La distorsión en mi visión me hizo amar algo que nunca existió...
Me aferré a un sueño que nunca logró hacerse realidad.

Triste y frágil verdad...
Mis ojos se cerraban con el abrazo de tu calor...
Soy una mentira, soy un susurro del viento...
Las nubes de lluvia cubren nuestro cielo; no puedo seguir creyendo en ti...
La luna ya no desea brillar tus noches; ya no habrá su luz celestial sobre tu frío...

A través de pensamientos te observo...
Estás llorando en silencio...
Estás muriendo sola... Desolada en tu desgracia...
No entiendo... Fuiste tú quien nos decidió este destino...
Fuiste tú quien dejo caer nuestra alegría...
Y yo... Lloro...

En espejos aún te reflejas a mi lado...
Aún en espejos puedo ver como tomas mis manos...
No tengo con quien hablar... Sólo con mi conciencia...
Y me lamento, por dejarte ir...
Por dejarte ir, sin antes tomarte en mis brazos y decirte que te amo...

Estoy sufriendo... Mi universo grita tu nombre con furia...
Hay devoción en mis heridas que no han convalecido...
Sólo estoy bebiendo del cáliz, estoy bebiendo tu veneno...
Pronto caeré muerto... Para ahogarme entre tus anhelos...

Tus sueños inalcanzables de valentía son promesas incumplidas...
Juré bajarte la luna y darte las estrellas...
¿No me crees?... Ahora mismo estoy velando por tus fúnebres cielos...
No puedo sonreír...
Esta noche no... Esta noche será para llorarte...
Ya ninguno de los dos brillará...

Aún sigo enlazado a ti... Por momentos muertos que no han sido sepultados...
Ya no estoy durmiendo... Tengo mis ojos más abiertos que nunca...
Y es así como logro darme cuenta de que mi voluntad fue abandonada en el olvido...
En el infecundo y senil pensamiento de mi débil esperanza.

Esta noche no saldrá la luna; no habrá luz...
El frío atraviesa mi piel desteñida...
Mis primaveras marchitan en un suspiro a tu nombre...
Las olas del mar me revuelcan y me hunden de nuevo...

Chocando contra la pared, golpeando esta barrera sólida que me separa de ti...
Sólo queda la traición del pensamiento..
Mi sonrisa se dibuja en mi rostro; tan sólo desearía que mi alma viviera el mismo coraje...
No intentes reponer mi vida...
Sí, estoy destruido...
Pero, por favor, no seques mis lágrimas...

La agonizante luz de la única que estrella que brilla en mis difuntos cielos se apaga lentamente...
Lentamente tu beso se convierte en sangre... En dulce amargura...
Las nubes lloran todas juntas...
Eres aquel destello, aquel recuerdo que por desgracia, nunca se perderá en el olvido...

Sólo el silencio podrá conocer los secretos que nunca revelé...
Esta noche despertaré de este sueño; esta noche podré abrir mis humillados ojos...
Y lloraré al notar tu ausencia...
Besando tus huellas en el suelo...
Suspirando mis últimos alientos, y pronunciando tu nombre entre mis labios...
Ha llegado la hora de decir adiós...

El grito de mi soledad


El grito de la soledad, el grito de mi desesperación…
Es la última esperanza, la última gota de vida…
El sueño de mi alma, el inalcanzable Edén de mi anhelo…
El deseo de tu calor, el tormentoso e imposible amor de mi ser.

Siento como muero poco a poco, lentamente…
No hay más fe, no hay más magia que me salve de este destinado final…
El grito de la soledad no es escuchado…
El llanto de mi dolor nunca fue consolado.

Y la vida cae, se hace ruinas…
Huracanes y tragedias, al sentir tu indiferencia…
Son sólo pensamientos producidos por mi egoísta mente…
Pero siento el no poder controlar mi sed… No puedo saciar de mi hambre.
Sonreír es una virtud, hacerte sonreír es un regalo y un honor…

De mis ojos siguen brotando lágrimas… Y tu recuerdo es un castigo…
Todas las esperanzas y todo el amor que te brinde, hoy se pierden en el olvido…
Ahora el cielo está nublado, empieza a caer la tempestad, el diluvio; comienza la lluvia de mis ojos.

Mis sentidos arden, y sufren en tu fuego, en tu llama que aún vive y crece dentro de mí.
Es un castigo y una tortura el poder verte y saber que no te tengo… El poder besarte tan sólo en mis pensamientos; es una tortura el observar como ese amor, esa atención que necesito y esperaba de ti, se la brindas a quien no merece tu fulgor.
Y mis rasgos, mis aspectos, lo que me diferenciaba, mi esencia se pierde entre el humo de nuestro frágil y juzgado amor quemado.

Quiero llorar, pero ya no hay lágrimas, ya no hay razones…
Sólo quedará ser feliz por ti, aunque me duela el hecho de no estar satisfecho conmigo mismo.
Cada noche miro al cielo, con la aspiración de que tu estrella vuelva a brillar con aquella intensidad.
Ya no hay ninguna luna que ilumine mi fría oscuridad… Tengo miedo; sin ti estoy tan perdido…

Tengo frío, desde que te fuiste, tu calor se convirtió en veneno y en nostalgia… Te extraño, incluso en pensamientos… Ya no hay positividad en mi distorsionada mente…
Afligido y frágil como una rosa o un cristal… Estoy rompiendo cada pedazo de mi ser…
Me estoy haciendo trizas; lo único que escucho es mi grito del silencio, y tu voz, que aún se eleva entre los aturdidores y abominables soplidos del viento sin vida.

Aún en mí se expande tu color verde y tu sonrisa que me llenan de ironía, de rabia y de confusión.
¡Te necesito!, por favor… Escúchame, te necesito… Hoy estoy llorando mientras te escribo, mientras redacto mi pena, mi lastima… ¿Por qué debías dejar de sentirlo?...
¡Regresa, te necesito!
Es el grito del silencio aturdidor…
Mi alma grita tu nombre…
¡Te necesito!...
Te necesito…




Mi alma destrozada


El alma destrozada, el alma gris y estéril que muere dentro de mi frío cuerpo…
Mis sueños inalcanzables son una tortura para mi ser… Quisiera reconfortar mi espíritu…
Pero, si una meta intocable me observa con decepción, no podré jamás ser algo más.
No hay nada que gritar, aquí, en soledad no hay nadie quien me escuche…

Así que hoy voy a llorar y velaré la noche entera, esperando tu llamado…
Mi alma te necesita; en mis ojos aún llueve tu recuerdo…
Quisiera besarte, quisiera tomar tu mano y que me ayudes a levantarme…
Mi vida se pierde con lágrimas a través de tu pensamiento…

Es el alma destrozada, los pétalos de una rosa marchita…
Tú eres el único que pétalo que aún muerto, no se termina de desteñir…
Ámame, suplico de rodillas tu amor… No se por qué, pero te necesito a mi lado…
Después de morir, yo sigo viviendo en ti; quisiera tocarte, quisiera que me escucharas…

Hoy mi alma destrozada está llorando.
Ya fuera de mi cuerpo, fuera de tu mundo… Deseo volver y abrazarte, decirte que todo esta bien.
Es tu poción, es tu veneno… Inyectas dolor en mí; tan sólo siénteme, y por favor no me olvides…
Este vacío me consume… Mis venas drenan su sangre, y la luz de la luna agoniza ante mis desorbitados ojos…
¡Te amo!, te deseo sólo para mí…

El corazón es débil y frágil, mi alma se destroza…
Mis heridas no sanan, y mis cicatrices se abren y se agrandan…
El suelo está repleto de lágrimas, sangre y lluvia…
Aún te estoy pensando; tanto hice por no llevarte más conmigo, y aún te estoy sintiendo.

No tenemos esperanza caminando sobre este suelo…
Y mis pasiones quemadas, mis sueños arrebatados, mis estrellas apagadas; todo se vuelve un castigo.
Esta furia no se podrá desatar… Ya no hay tiempo que perder, porque ya no hay tiempo que ganar…
Pasaron las horas, y yo sólo lloraba mientras observaba el reloj… No fui capaz de hacerte mía…

Y hoy mi alma destrozada llora; llora por ti.
Quisiera que te fueras del todo; pero aún tu presencia sigue atacando mi desolación…
Cariño, acompáñame en la muerte… Cuando respiro, es el humo del fuego que se extinguió…
¿Morirías esta noche por mí?... Yo estoy muriendo bajo un cielo disfrazado de mentiras…
¿Morirías esta noche?... La luna llena sigue iluminando nuestras lágrimas al deslizarse por nuestras mejillas.

Ángeles, pido un consuelo… Estoy ahogándome en el océano que lloré para nosotros…
No me siento mejor al saber que ya no estoy… Y si miro tus ojos no podré decirte que me arrepiento.
Es un destino taciturno al cual tú me guiaste… Yo sólo creí en ti…
Mi alma destrozada está sufriendo tu ausencia… Estoy sufriendo tu culpa.
Ella es todo para mí, ahora soy un hilarante del silencio…
Lloro por ti, muero por ti…
Mi alma se destroza, y cada partícula de mi ser aún desea tenerte…
Estoy sufriendo tu culpa… ¡Te amo! Y mi alma sufre tu culpa. 

El camino del lobo


El camino del lobo, juzgado por su conciencia, por su sentir…
Su aullido de dolor, rezando a la luna, por su compasión…
El camino del lobo solitario, del ser que vive en el silencio…
Es el brillo de las estrellas que te guía hacia tu taciturno destino…

En las noches, sólo tú puedes sentir el dolor…
Sólo tú lloras con la razón de no ser quien eres…
La bestia más noble; eres el acompañante de la soledad.
Vives con la esperanza de que llegue el día de la devoción.

Cazas, corres y luchas porque forma parte de ti…
Y te juzgan por ello… Nosotros matamos, corremos y mentimos, porque forma parte de lo que quisiéramos ser; somos una creación tan patética…
Pero quienes deseen seguir tus pasos podrán hacerlo… Porque esperas con ansias el momento en que alguien quiera abrir tus puertas…
Esperas con ansias el día en que la luna te de una sonrisa y no una lágrimas...

¿Qué harías en este mundo?, si tú mereces mucho más…
La soledad, tu aliada, tu única salvación es la muerte…
Cada luna llena escucho tus llantos y tu furia…
Cada luna llena escucho y siento tu dolor…

El viento sopla sobre tu pelaje, y te acobijas entre las flores que encuentras…
Anhelante de la oscuridad; eres tú, frágil y fuerte criatura.
Delirante, y piadoso ante quienes para tus ojos son el bien…
Pero ante sus ojos tú eres temor, tú eres crueldad…

Entiendo tu ira, entiendo tu dolor, y aunque pasen eternidades, nunca llegarás al odio…
Al morir, tu cuerpo se convierte en polvo, y vuelvas con el viento… 
Tu alma queda libre, y puedes por fin respirar… Viajar hasta la luna y darle una caricia…
Sólo tú entiendes el sufrimiento de la luna; yace tan desolada…

Tan cerca te sentí antes, luna mía; que hoy logro ver lo lejos que te encuentras.
Somos almas divagando en un sueño efímero… Tras cruzar una puerta que no tendrá salida…
Escuchamos las voces de los niños, reír, llorar… Siempre tan diferentes, siempre tan inocentes…
Tú vengas todos aquellos crímenes… Cuando roban la felicidad de las almas jóvenes, cuando roban la inocencia de quien no merecía perderla…
Y cada vez que nosotros pecamos, te decepcionas… Y debes marcharte; siguiendo tu camino, tu camino de soledad y frialdad…

Una vez más puedes contemplar la luna, y los astros; una vez más el cielo se despeja ante tu aullido, tu grito, tu proclamación…
Es el camino de la soledad…
Y una criatura, digna del amor, digna de la verdad…
Una criatura que jamás tuvo nada en que temer, nada que perder, porque no tuvo nada para presumir.
Una criatura tan sensible como tú… Lobo, hilarante del silencio.



¡Siénteme!


No sé si fue yo, tal vez fue el destino…
La culpa se perdió entre soberbia y pensamientos…
Y esta será nuestra cicatriz, nuestra última mirada…
Será la última vez que nuestros ojos hablen…

De hoy en adelante sólo siénteme…
Aún puedo tocarte en mi piel, puedo seguir tus pasos…
Aunque no habrán más instantes… Ya no hay oportunidades…
Esto fue lo que decidí, pero no puedo ser lo que soy… Ojalá y puedan brillar mis estrellas sin ti.

El rencor se esfumó… Y el humo de nuestro fuego se languidece con el aire y la atmósfera…
Ahora sólo siénteme, mantenme en tu pensamiento… Yo podré estallar en cualquier momento…
El reloj se consume así mismo, y el tiempo se convierte sólo en una distracción…
Y aunque te duela, mi nombre quedará entre tus labios… Y aunque me duela, tus labios ya no estarán a mi poder…

Siénteme, sólo recuerda quien fui para ti… Hoy mi esencia se esfuma…
Abre los ojos, abre tu corazón… Aquí, desde el otro lado estoy observándote…
Siénteme, y a través de pensamientos dime que todo estará bien…
Prende la luz; esta habitación no debe seguir oscura…

Mis lágrimas se secaron… Y el dolor me adiestra hasta perderte…
Entre risas, rosas y claveles, se pierde la noción de la realidad…
Arrástrame sobre estos vidrios rotos… Me desnudas, y tengo frío… Necesito tu calor.
Ya no podrás verme; mi color se destiñe… Pero tú aún destellas como el primer día.
Pero a partir de hoy, siénteme… Y besa los restos de mi piel y de mi sangre…
Pero a partir de hoy, siénteme… Ya no puedo respirar, y mi corazón se detiene…
Pero a partir de hoy, siénteme… Duerme tranquila, no dejaré que pesadillas reinen tu sueño…
Pero a partir de hoy, siénteme… No pido que veles por mí, no pido que grites por mí…
Ya me voy, poco a poco mi imagen desaparece… Y lo último que escapa es el resplandor de mis ojos…
Por favor no me olvides… Y por favor, siénteme… Eres lo único que me mantiene vivo; estoy viviendo en tu corazón.
Te dejo mis últimas palabras; porque en cuestión de segundo lanzaré mi cuerpo al abismo de la eternidad…
Así que siénteme… Porque donde quiera que me encuentre, estaré esperándote…

Aparta esas nubes de tu cielo; deja que el sol brille y caliente tus manos…
Porque no has perdido nada, si aún vivo en tu memoria…
Siénteme, y verás que nunca te podré dejar ir…
La fuga de mi gas no te intoxicará…
No has perdido nada… Aún estoy contigo…
¡Siénteme!, verás que te ofrecí más que una vida…
¡Siénteme!, y mantenme vivo en tu pensamiento…
¡Siénteme!, no olvides nunca quien fui y quien sigo siendo…
¡Siénteme!, porque desde el otro lado te observo y te espero...
Tus lágrimas se deslizan por tus mejillas, y ya no puedo secarlas…
Pero aún te amo, esta noche no es el final… El final es sólo un mito…
Así que siénteme; pronto estaremos juntos de nuevo…
Mientras tanto… ¡Siénteme!

Verde


Tu piel se destiñe con el pasar de los días; la melancolía nos toma como esclavos y nos adiestra hacia la perpetua oscuridad.

La nieve se derrite en estos picos, dejando su agua correr bajo nuestro sufrimiento.
Y como si tan sólo fueras un soplido, una brisa del viento, vienes y vas dejando nada más que el deseo de tenerte.

Es el color que se apaga; es el color de mi muerte.
Un verde tan agonizante, en mis ventanas asechando cruelmente…
Es el color de tu virtud; el mismo color que desvanece la luz en mis ojos…
Es el verde, color de tu calor, color de tu esencia, y de tu ser que me colapsa el pensamiento.

Los árboles envejecen, y todas las estaciones se convierten en inviernos o en otoños…
La única flor de primavera; la única flor que logra surgir entre mis fríos alientos eres tú.
Tan llamativa; tan lúgubre…
Eres la flor de mi pasión quebrada.

Tu color verde se debilita, pero aún sigues siendo tú.
Es tu verde, el color de mi muerte y de mi aflicción…
Siempre te reflejas en mis espejos, y observo como colocas tus manos sobre mis hombros…
Mi cuerpo se estremece y hace una reverencia ante ti, por ser el color de mi temor.

El fuego con furia se extiende hasta llegar a mí…
Tú me dices “el fuego no existió para quemar y ser juzgado”…
Entonces yo he de creer, en que alguna vez, dejaré crecer la llama que ilumina mi pasión…
Porque si el fuego desea abrazarme y hacerme parte de él…
Tal vez, el color de mi anhelo, sea el verde de tu corazón.

Eres hermosa y admirable, me atrae algo de ti que ni siquiera tú conoces…
Pero no hace falta que sepas quien soy para que sepas que quiero…
Porque lo que quiero eres tú, y soy quien quiere amarte…
Porque me conoce tu sueño, y tu color verde que me aleja de el afligido y aturdidor silencio.

Quiero ser yo quien pueda despertar en ti una mirada sincera…
Porque si recuerdo tu mirada, significa que tus palabras sobraron…
Y te recuerdo, aunque tal vez sólo seas un sueño, un deseo de mi conciencia, una frustración de mi ser…
Te recuerdo como el vigor que aviva mi vida… Y que necesita madurar, crecer y florecer, para ser la rosa anhelada, para ser la rosa verde que pueda afianzar mi dolor.
Porque eres el color de mi existencia, el verde que brota entre mi sangre.

Quien decías ser


Ahora puedo entenderlo, que siempre estuve solo...
Ya puedo distinguir tus mentiras; hermosas mentiras, que de nuevo regresan a mi vida.
Eres mi pasado, disfrazado con otro rostro; lo único que no entiendo, es por qué si caminé mirando siempre al frente, he vuelto a llegar atrás...
Este lazo que nos une en experiencias, parece que nunca se romperá...
Así es como me doy cuenta que con esta cuchilla, no logré cortar más que mi aliento.
Y tú te escondes dentro de lo más profundo de mí; cada noche sales de tu caja y llenas mis sueños de dolor y nostalgia...
Tus pétalos se han muerto, pero no han marchitado...
Cada mirada aún vaga lúgubremente en mi alma...
Aún me arden las quemadas que tu piel dejó sobre la mía...

Estos cristales se rompen, caen al suelo y me quedo congelado viendo cómo te marchas cruelmente de mi frío mundo...
Esta impotencia abunda en mi pensamiento, en mi pensamiento que sólo se enfoca en ti...
Tantas lágrimas derramadas sobre promesas deshechas...
Tantas palabras ignoradas, que tomaste sólo como lujos y los botaste cuando ya no te llenabas...
Te vas, te alejas de mí en cada instante; para luego volver aparentado ser algo mejor; prometiendo aún más... Decepcionando aún más.

Ilusión, la ilusión que dejaste en mí aún me presiona, aún me persigue.
Aún me atormenta pensarte, y aún sigo pensándote...
Debo rebobinar esto... Tus indiscreciones trascienden lo tolerable...
Y mi inspiración se extingue... 
Mi vida acabó, cuando te despediste con un beso en mi mejilla...
Un beso que logró desatar lágrimas de mis ojos...
Y yo me despedido con estas pequeñas palabras, para que las tomes, y las quemes como quemaste mi vida.

Sólo con el tiempo volveré a encontrarte, para una vez más luchar por ti, y una vez más creer en que todo será mejor...
Pasan momentos, todo aparenta ser tan real; pero cuando ya no logro seguir con mis ojos abiertos, y debo parpadear por mi propia naturaleza; me doy cuenta de que ya no eres quien decías ser...
Es como un círculo, donde yo formo parte de esa entrada sin salida; de esa salida sin entrada...

Hoy escribo, sin llorar, sin gritar... Hoy escribo apático, sin vida...
Con sólo el deseo de abandonar este mundo de una vez por todas...
Ya no estoy en silencio, en ese pulcro silencio, en el cual nada ni nadie podía entrar...
Todas esas estrellas estaban expuestas en el cielo sólo para nosotros...
Y desde que te has ido, cada estrella cae sobre mi techo...
Desde entonces, la lluvia logra entrar en mi hogar; en mi mente.

Quisiera volver atrás y no haberte conocido; regresar atrás y permanecer en soledad hasta que la vida te apartara de mí, sin necesidad de que hayas llegado a la mía...
Cómo quisiera poder borrar cada huella marcada en mi piel...
Cada cicatriz en mis brazos y en mi corazón me traen tu recuerdo; y por desgracia, no puedo evitar observarlas.
El frío soplido del viento enfurecido, me ataca, me perfora, me quebranta y me atraviesa; y de estas heridas, mi sangre drena, se derrama.

Veo cómo las nieblas brotan, surgen y se exhiben para mi; cómo la luz y la cordialidad se disipa, se languidece, se atenúa y se difumina ante mis humedecidos y llorosos ojos.
Veo cómo te vas, cómo te alejas, cómo te apartas y desvinculas de mí...
Y sé que aunque ahora estemos distanciados, aún puedes sentir cómo el pequeño y débil latido que con valentía y dolor produce mi corazón; lo produce y lo sufre sólo y únicamente para ti y por ti...
Sé que aunque ahora te veo salir de mis puertas; volverás cuando acepte tu ida, y así, me enterraras en tu ilusión de nuevo.

Quiero odiarte


Siguen llegando días y se siguen derramando lágrimas…
Mis pensamientos te dedicaron el mayor puesto y la mayor importancia…
Sigues formando parte de mi vida, y serás parte de mi muerte…
Y tu mirada se ahoga en mis aguas… En un recipiente, mis lágrimas se vierten…

Y el dolor crece, mientras mi cuerpo se estremece y padece…
Mientras la luna se oculta triste, por la ilusión que has roto…
Y en un espejo me destrozo, y mi reflejo se desvanece con tu rostro…
Y con los trozos quebrados de mi corazón me corto, y observo como mi sangre se mezcla con la lluvia de tus ojos…

Es un invierno, es un infierno… Mi alma vive inquieta entre angustias, soberbios y lamentos…
Y palabras… Tus palabras, que llenaron mi vacío, se pierden con mi esperanza en este mundo de vanidad, en este mundo falso y frío.
Aún tu voz se eleva dentro de mi mente… Y aún en mí vive el reflejo de tu luz…
Mientras yo sigo viendo por la ventana, y besando tus huellas en el suelo; para así recordar tu aroma, y saborear tus besos, mi consuelo.

La confianza se esfuma, no pudo permanecer más tiempo aquí…
En una atmosfera tan gris, tan lúgubre y sutil…
Sólo quedan las cenizas del fuego que se apagó… Sólo queda la nostalgia de aquel día que se esfumó…
Quisiera saber por qué me hiciste creer en ti si ibas a marcharte…
Si hay algo que siempre quise, fue entre mis brazos admirarte…

No hace falta que te disculpes, la culpa no ha sido tuya…
Deja de mirar al cielo, buscando una esperanza…
Deja de hablar sólo para hacer bien ajeno…
Porque si mi sufrimiento te hará feliz, espero sufrir en tiempo eterno.

Mis miedos asechan dentro de mí ser; no sé que hacer…
Siento como poco a poco muero, y desespero, mientras tiemblo; yo jamás te impuse un pero…
Siento cómo el llanto se apodera de mi emoción; como el tiempo se agota mientras rompes mi ilusión.

Tan sólo quise ser aquel que te diera todo, quien te amara, te extrañara, por ti convertía el lodo en oro…
Siempre desee abrirte el horizonte para que lo cruzaras a mi lado…
Pero me equivoqué al creer en que tú sujetarías mi mano…
Me equivoqué al creer en que cuidarías el amor que te brinde…

Cada partícula de tu ser se empeña en recordar lo que deseo mandar al olvido…
Quisiera borrarte de un suspiro, para cerrar los ojos y dejar de sentir terror…
No me pidas volver, porque no lo pienso hacer; no quiero saber como te va…
No quiero ver como regalas amor, no te quiero ver llorar, ni quiero llorar yo.
El resplandor y vigor que había en mis ojos se extinguió…
Y la sangre que mis ojos derraman sobre el piso, poco a poco va tapando las huellas de tus pasos, que cegado seguí y besé…
Como un esclavo me arrodillé, y en silencio te nombré…
Recordando y añorando el calor de tus abrazos…

Intoxicas mi piel, y poco a poco se va amargando tu dulce miel…
Día a día se enfría el viento, y pasa lento el tiempo en que no te tengo…
En tus manos hay sangre y cenizas…
En tu ser, queda el calor de mi fuego, y los trozos de mi corazón que hiciste trizas.

No entiendo por qué te vas, si prometiste quedarte; no cumpliste tus promesas, y ya no puedo buscarte, no consigo encontrarte.
Quiero olvidar mi sufrimiento, para olvidar quien soy; no quiero saber de donde vengo, a donde voy, ni donde estoy.

Escúchame gritar, en mi más sublime locura… Obsérvame sangrar, padecer, delirar.
Mírame llorar por ti; mírame sufrir por ti, mírame morir por ti… ¡Esto es sólo tu culpa!
Con esas ingratas acciones, la monotonía nos baño; es culpa de tu orgullo, siempre venció a tu corazón.
¡Toda esta situación es causada por tu orgullo!

¿Ahora me crucificaras? Vamos, hazlo… Fui yo quien salto; pero tú amarraste la soga a mi cuello…
Infecunda crueldad, odio tu senil vanidad… Amo tus mentiras; miénteme…
Engáñame, quiero creer que estas aún conmigo.
Quiero dejar de fingir estar bien…
Si es verdad que me amas; déjame morir…
Si es verdad que me amas; mátame.

Sabes muy bien que ya no puedes ocultarte más bajo el manto de la lujuria.
Así que muestra tu rostro; y escupe toda tu lástima en mi alma.
Aborréceme; y dale un final a mi vida…
Prefiero odiarte que amarte…
Quiero odiarte…
¡Ódiame!
Déjame odiarte; déjame romper mi maldición y mi pena…
Quiero tener el valor de decírtelo…
¡TE ODIO!.

Nur


En mis caídas, tus manos me sujetaban…
En el frío, entre tus brazos, tu calor me abrazaba
En mis deseos, tu piel yo he de anhelar…
En tus profundos ojos me pierdo… Tus labios son mi tentación.

A tu poético nombre escribiré…
El diluvió cayo junto con mi esperanza…
Pero gracias a ti, he reaparecido con el amanecer…
Y al caer la noche, me cuidas… Conmigo te encuentras…

Mi sol se opaca si a mi lado no estás…
Y el deseo ineficaz de decirte lo que mi atribulado e infausto ser por ti ha de sentir; sólo logra turbar mis afligidos sueños de tener tu mustio amor obcecado…

Con un trágico pasado…  El silencio de palabras muertas me aturdía…
La oscuridad de la luz eterna me cegaba…
Solitarios espíritus en mi vagaban…

Pero tú has cambiado eso… Aunque no te tengo…
Me has de encantar… Dos almas entrelazadas juntas, aún tan solitarias…
Dos corazones correspondientes… Aún tan separados…

Caí ante ti como la lluvia de otoño ante las flores…
Eres mi todo… Mi todo…
Y toda la eternidad, tu nombre susurraré…
Y toda la eternidad, ante ti me rendiré.

¿Cómo es posible que cada partícula de tu ser se empeñe en recordar lo que olvidar debemos?
Sólo quiero dejarlo pasar, pero por más que haga… Por más que esté… No logro sacar lo que tu destello dejó en mí…

Al ver que algo puede importar y sentir que solo no estás… Las penas desaparecen en un pensar, y sólo a tu lado deseo estar…
Agradezco por el apoyo que has de dar y eso especial que sólo en tu mirar podré encontrar…
Y tengo razón para tu razón dar… Pero si tu razón es correcta, la razón de tu razón es una razón falsa… No es una razón real… 
Por lo que la verdad es inexistente en la relatividad de un ser que no debe ser relativo…

Así que en este escenario carente de luz…
En este retrato carente de color…
En este ser carente de vida…
Como un fantasma regresaré para florecer entre tus dedos…

Cada roce de tus labios es el despertar de mi mundo…
Cada frase de tu alma es el amanecer de mi noche…
Cada momento a tu lado, se esconde en lo más profundo de mí…
Cada abrazo que me has dado, se eclipsó con mi entrañable luna…

Mi esperanza está en tus manos…
No me dejes caer… No me dejes hundir…
Lo que ocultas, tus ojos me lo revelan…
Lo que no dices verbalmente, en mi lo gritas…

Camino a tu lado… Sobre piedra nuestros nombres escritos yacen…
Bajo el mar, nuestro fuego sigue prendido… Siempre tan eficaz…
En el aire florecemos, como un árbol en la tierra…
Y bajo la luna, la marea de nuestro océano crece… Bajo la lúgubre luna, morimos juntos…

Pero tu mirada me penetra… Hermosos ojos tienes…
Soñaré que te tengo y no despertaré jamás… Para así contigo siempre estar…

Aun recordando aquellos llorosos tiempos…
La aflicción de una creación manchada viene a ser mi tragedia…
Una tempestad se apodera de mí…
Un imperio en ruinas de consternación…

Transité un camino de decadencia…
Pero agradezco haber sufrido por esto…
Porque encontré la flor que nunca marchitó…
Porque te encontré, y en mis sueños por siempre contigo estaré…
Porque te encontré, y por siempre, sintiéndote estaré…

Ordena tus sentidos, y con tu mirar mi ser impregna…
Como un esclavo me arrodillo…
Bajo tu fulgor me encuentro sosegado, tan apacible
Tú alivias mi dolor… En tus majestuosas manos, mis heridas han convalecido…

En el altar de promesas inquebrantables…
Tus pulcras palabras me elevan a las nubes…
Y navegando en el silencioso y solitario universo, he encontrado la gloria…
Por años, estuve en soledad, pero de algún modo siento que esa soledad fue una victoria…
Ahora, en tu boca mis pecados y mis mentiras arden,  se queman…

Y mi vergüenza, respirada por tanto tiempo, ha muerto… Extinta por tu aliento
Un suspiro… Gritado por la miseria
Las palabras secas, pronunciadas para mal…
Las dolorosas palabras cesan ante tu sinceridad

Tu luz… Siempre tan sagaz
Como un hada guías mi sendero…
En corrientes tan oscuras y tan profundas…
Las olas de un lago, convertidas en polvo vuelan y desvanecen a lo lejos…

Todavía lo quiero…
Y todavía me duele…
Pero aún espero, por verte nuevamente…
Pero aún espero, por sentirte nuevamente…

El aire siempre tan desesperado por tocar tierra…
Reclama su descanso… No desea volar más…
Enterraré una parte de mi vida…
Y ahora; Sólo desde ahora, podré merecerte…

Mis ojos se empañan con la nostalgia de no tenerte aquí…
Siento gran añoranza del tiempo que juntos hemos estado…
La concepción de los cementerios pretende huir de los ambientes lúgubres…
El humo ha de languidecer en el aire…
Pero aun así, la esperanza es prospera en ti…

No digas lo siento… Jamás me lamentaré de tus labios haber besado…
Y si ya no logro regresar jamás… Mi amor, quiero que sepas que en tus sueños y en tus recuerdos, mi ser, mi esencia y mi anhelo tú encontrarás…

Me encantará sonreír para tu sonrisa dibujar… Y al observar tu sonrisa por la mía, mi sonrisa se mantendrá en mi rostro para la tuya sostener…
Para tu alegría sostener… Y en mí, tu bondad persistir…
Para así el valor tener…
Las palabras decirte y que entiendas que te amo…
Para que así, en tus recuerdos mi nombre sepultado quede…
Y tal vez… Sólo tal vez, logres entender cuanto te amo…

Sin decir adiós

Te fuiste sin decir adiós... El cielo esperaba por ti
En un abrir y cerrar de ojos el tiempo se consumió, y todo se fue... Una vez más, sin decir adiós.
Ahora mis rosas marchitas velan tu ida, me pregunto... ¿Por qué el viento te llevo? ¿Por qué debiste irte sin decir adiós?
Sólo queda el miserable e impotente recuerdo... Sólo queda el deseo... Recuerdo el ultimo beso que te dí...
Los colores ahora carecen de vida... Toda mi vida es un torrente infinito de lágrimas... Desearía que tu voz viniera con el aire y dijera "adiós"

Abre tus ojos, por favor, toma mi aliento y respira mi aire... Aunque sea sólo un segundo, quiero sentir tu corazón latir una vez más, y poder escuchar de ti un "adiós"
¿Por qué tenías que dejar el mundo, a pesar de tu dulcura e inocencia?... ¿Por qué te obligaron a irte sin decir adiós?
Mis ojos vieron la luz en tu iluminado corazón, y ahora, te has ido... Ahora mi mundo se opaca una vez más... Una vez más todo se pierde en el pasado, una vez más sin decir adiós.
Después de tener tu celestial calor en mis brazos, no tienes idea de como duele dejarte ir...
Esta luna, que se ahoga en su llanto... Y cae la noche; me siento tan extraño, acostado bajo nuestras estrellas, pero ahora sin ti... Desde tu partida, una nueva estrella destella en el cielo, y se que eres tú, mi estrella.
Pero a pesar de tenerte sobre mí, el dolor me consume... No puedo sacar de mi mente que te has ido, que te has ido sin decir adiós.

Las flores extrañan tu admiración... Mi alma extraña tu presencia... Mi piel extraña tu calor...
Estas aguas, aún estan repletas de tu esencia... Este corazón, sigue vacío, esperando a que llegues una vez más, y lo llenes...
Que solitarios se sienten los días sin ti... 
Cada murmuro y cada susurro en silencio, me recuerdan tu voz, tu hermosa voz, que se elevaba en mi agonía y consolaba mi llanto...
Cada caricia, cada roce de tus labios son huellas marcadas en mi piel...
Aún las arrastradas esperanzas persisten en tu nombre... Aún mis ojos lloran las cenizas de nuestro amor quemado...

Valgo de los temibles gritos de terror... Recuerdo tus palabras... Recuerdo tus ojos... Recuerdo todo de ti...
Recuerdo el día en que llegaste, recuerdo el día en que te fuiste, en que te fuiste sin decir adiós...
Recuerdo tantas cosas... Y quisiera recordar el momento en que me dijiste adiós... 

Nieblas otra vez


Como el más hermoso sueño, te vas sin decir adiós...
Mi amanecer se oscurece con la nostalgia de tu amor haber perdido...
Aunque tal vez el roce de tu piel con la mía fue sólo una ilusión...
Quisiera dejarlo... Pero duele decirme a mi mismo que algo que parecía ser tan real, fue una farsa.

Veo la niebla descender... 
Para mi mundo turbar una vez más...
Para mi pasión turbar una vez más...
Y el deseo de que tus brazos mi cuerpo rodeen, quizá, sólo llegue a ser una frustración.

Desde hace mucho tiempo he buscado algo en que creer...
Y en ti encontré mi camino...
En ti encontré mi pasión, mi anhelo y mi verdad...
Pero parece ser, que aquello que amo de ti, no soy capaz de merecerlo.

He vivido esto antes... Pero la diferencia es que ahora es más complejo...
La diferencia, es que ahora estoy seguro de lo que quiero, deseo, anhelo y añoro tener...
Y lo único que se esconde detrás de todo esto... La única razón que siento de mi existir, eres tú.

Te sentí muy cerca estrella mía, pero ahora entiendo, que tu luz es un reflejo de mi ilusa visión...
Tanto desprecié el sol... Pero ahora no logro calentar mis tensas manos...
Quede atrás, atado a aquella vida que decidiste dejar en el pasado...
Pero por siempre, dentro de mis lágrimas se ocultará tu brillo, el místico y celestial resplandor de tu ser.

No se puede rescatar lo perdido...
No se puede perder lo que no se obtuvo...
No se puede obtener lo que no se merece...
Y no se puede merecer lo que no eres capaz ni digno de anhelar y desear.

Finalmente, no estuve solo en esta ilusión...
Porque la lluvia te empapó a ti también...
El mar nos ahogó... Y en las frías profundidades estamos perdidos, en perpetua desolación...
Has utilizado tu mágica esencia para cautivar mi alma... Pero no sabíamos que el destello de nuestro amor sería una condena.

Mis lúgubres y desesperadas suplicas de que arreglarás nuestro presente no escuchaste...
Una vez más, he lavado mis manos en la inocencia y en la ignorancia...
Fúnebres cielos difuntos; lloren sangre sobre mis afligidos y débiles deseos...
¡Oh, hermosa y aturdida luna!, dime que esto es sólo un sueño...
Dime, ¿por qué tiene que ser tan real?.

El brillo del mar se opaca...
Ya no tiene razón de ser...
Y aún en este mar seco, navego sin rumbo en búsqueda de la verdad...
Entre tus tierras florecí y me cegué por tu incierto y sagaz amor...

He alejado tus miedos y consolado tu llanto...
Te dí todo mi ser, toda mi esencia, y ahora de ti sólo queda el recuerdo muerto y la nostalgia...
Tus ojos no observaré nunca más... Tu voz no escucharé nunca más...
Pero a pesar de que la infinidad me pierda en un vacío... Tú sigues siendo todo, todo para mí.

Fue un error

Depresivo sentir yace en mí... Si tomas la verdad como un juego, ¿por qué mis estrellas con su reflejo te alumbran a ti también?...
Y duele ver como de cierta formas intentas ignorar mi dolor, como si aquello que te doy fuese sólo un lujo.
Esto es una amistad que puede dar más...
Es una amistad que quiere dar más... Pero tus deseos cobardes hacen de algo hermoso una miseria.

Me duele tanto verte allí afuera, desprotegida... Y sin que quieras protección...
Me duele tanto escuchar tus hermosas mentiras...
Y si me miras, no preguntes por que lloro...
Si vuelves a mirarme, no preguntes por que muero.

No estoy listo, ni quiero abandonar...
Y si el final de la historia sería dejarlo todo, ¿por qué aceptaste darle un principio?
Si tanto dices que me aprecias... ¿Por qué no pones tu empeño en que todo sea mejor?.

Aveces sólo desearía que no hubieses sido nunca mi amiga... Para así haber permanecido en mi soledad...
Vete, si me amas, por favor déjame huir de ti.

He flotado en tus furiosos vientos...
Estoy atrapado en tu falsa franqueza y empapado por tu aroma...
En tu mundo, también sufrí todo tu tormento... Tus penas me afectaron...
En tu mundo... También me extravié en el pasado, atado a tus recuerdos...

Ya no reconozco nada de mi... Ni mi nombre lo recuerdo...
Todo lo cambie, para estar por siempre a tu lado...
Todo lo que en mi lúgubre silencio fue armonía...
Todo lo que en mi soledad fue compañía...
Todo, por ti todo lo deje atrás...
¿Ahora que queda? ¿Construir de nuevo un mundo donde tu puedas reinar con tu hermosa vanidad?
Dime, ¿Debo morir para liberarme de la angustia que creaste en mí?.

Te abrasé cuando más necesitaste calor...
E incluso cuando deseabas morir, devolví tu felicidad, a medida de que la mía desvanecía en mi corazón... Te di mi felicidad, por lo tanto, ¿qué me queda ahora?....
Tu falsa sonrisa muere una vez más con estas palabras...
Tu falsa sonrisa me ha enseñado a morir...

¿Se supone que debo velar tu nobleza?
¿Llorar porque ahora toda tu humildad se ha ido?
¿Se supone que debo preocuparme por tu bien?
¿Debo darte más? Cuando ya te dí más de lo que yo mismo poseía...

No entiendes, que decir "gracias" no es agradecer...
Jamás procuraste tener cuidado con algo que no fue tuyo...
Por eso te entregué mi corazón cosido, pero ahora fuiste tú quien abrió heridas en él...
Tal vez mi error... Tal vez mi error fue perder de vista algo que no era importante...
Tal vez mi error fue perder de vista algo tan inútil, ineficaz e impotente como mi mismo...

No hay una realidad... Sólo una odiosa mentira...
No hay reflejo en los espejos, ni luces en las estrellas... No hay luz en la luna... Tan sólo ilusiones...
Todo siempre fue una ilusión...
Este amor, tan perfectamente hermoso, grande y fuerte; Siempre fue una estúpida y desesperada ilusión.

"Querido" padre

La pena yace aquí... En el silencio abrazador...
Momentos muertos desean vivir...
Sueños ahogados en preguntas no respondidas...
Y tu ausencia que tanto me dolió desaparece en este encuentro...

Has fallado, no mereces mi perdón...
Mereces mi rechazo, pero rechazarte duele...
Así que sólo vete, se que estarás bien sin mi
Si yo nunca te necesité no lo haré ahora

En el anochecer... En el final
No temas por mi... Siempre te recordaré como una mentira
Sin un principio le di final...
No regreses, aquí no perteneces...
No intentes tomarme en tus brazos...
Tu calor no aliviará mi frío...
Tu material no complacerá mi corazón...

Sólo no regreses, déjame ver el mundo sin ti... O lo que queda de él...
Si me has abandonado, no mereces que mi luna te alumbré a ti también...
No me reclames cariño porque yo no he reclamado tu interés...
No regreses... No vengas a engañarme...
No merecerás nunca de mi amor... Y lo poco que me has dado quedará sepultado junto con estas palabras en tu corazón...
Así que en el silencio dime tu verdad... Grita, no escucharé tu farsa... Respira, mi aire se acabará... Encerrado en esta jaula...
"Querido" padre, no temas por mi, nunca lo hiciste y nunca lo harás... Ahora es muy tarde...
"Querido" padre, siempre te recordaré como una mentira...

Y si tu existir es importante para mi...
Sólo te olvidaré así como tu lo has hecho conmigo...
Tantas caídas... Tantos fracasos...
Pero la mayor derrota de todas eres tú...

La inocencia muere... La nieve se derrite...
El mar se ha secado, humillado por tus falsas promesas...
Si tocas mi piel el sol se apagará...
La tormenta, el caos... Creados por un ser impulsivo y impotente al que llamo "padre"...

"Querido" padre, no intentes convencerme...
"Querido" padre, tu calor no aliviará mi frío...
"Querido" padre, no saciarás mi sed...
"Querido" padre, siempre te recordaré como una mentira y una ilusión...

Eres

Eres mi sol... Eres mi estrella
Eres la tierra donde mi corazón florece
Eres el impotente ser de mi distorsionada mente...
Eres mi luna, eres mi sangre....
Eres el mar donde ahogado me encuentro...

Eres las lágrimas que lloro sobre promesas deshechas...
Eres la esperanza rota y la fe ciega...
Eres mi oscuro sentimiento iluminado por un resplandeciente rayo del sol...
Eres mi secreto... Y te has de ocultar en mi interior...

Eres el mundo que no pretende ser para mi...
Eres la noche que cae sobre mi cabeza...
Eres la lluvia que limpia mis heridas
Eres el profundo pensamiento perdido... Arrancado de la verdad...

Eres la estaca clavada en mi corazón
Eres el iluminado sendero incorrecto...
Eres el caos, eres el principio del final...
Eres mi mentira... Eres mi temor...

Eres mi aferro aunque tristemente no seas real...
Eres mi existir y volarás en un infinito cielo...
Eres mi mayor deseo...
Eres mi sufrimiento... Eres mi todo, por toda la eternidad...

Es un honor

Añoro tu esencia... En esta noche de luz roja...
Pierdo el sentido, cegado por tu resplandor
Encantado de tu mirada, floreceré en tu jardín marchito
Amo los días en que yo era algo para ti...

En el temeroso crepúsculo el cual se torna gris...
No logro conseguir las respuestas correctas...
Déjame morir por ti...
No llores, no soy digno de tu dolor... Yo no valgo tus lágrimas

Las estrellas caen y arden como ángeles desolados...
Heridos por la pasión...
Decepcionados por la verdad...
Esta noche te observo al cerrar los ojos y siento tu lastima en mi corazón

La hermosa luna refleja todo mi dolor y el naciente sol ilumina mis heridas...
No logro dejar de tenerte presente...
Siento tus calurosos abrazos y tus besos de veneno aunque nunca fueron míos...

No hay nada más que yo pueda ser...
He abandonado la luz que siempre me iluminó
He abandonado mi destino...
Te he dejado ir...

Miénteme... Es un honor sufrir por ti...
He matado mi esperanza
He ahogado mi salida
Te he dejado ir...

Ante todo siempre he estado dispuesto a cumplir este destino...
Estoy oculto bajo el manto de la noche...
Abriendo puertas a la verdad, ayudándote a crecer...
Pero no dejabas de dolerme...

Escúchame gritar... Observa como deliro...
Navegando en este universo... Tan solitario...
Humillado por mi propio ser...
Indignado por mi esencia...

Sólo te reclamo... Reclamo tu perdón...
Con tus misericordiosas manos de dolor tómame
Tras años de pleno sufrimiento...
Sólo logro reclamar nuestra pasión...

Como el fuego

Como el fuego has encendido esta llama
A través de tus ciegos ojos he volado como un ave en el cielo
Hasta llegar a las nubes y encontrar mi calma...
Te he observado desde lo alto...

Como fantasmas yo irrumpo en tu silencio
Y en tus sollozos lamentos he estado presente
Tras la verdad y la mentira...
Como el fuego has encendido mi ser

Y alabo tu grandeza y tu esencia
He florecido en tus heridas...
Has regado esta raíz con tu sangre
Mientras yo he escrito hacía tu poético nombre

Oh, dulce cielo fúnebre, deja huir a su triste alma
Oh, desolado Lucifer... Deja de disfrutar su agonía

Como el fuego intenso, te quemo internamente
Como los demonios te persigo hasta el fin
Atravesando los portales de la sabiduría
Te he encontrado, dama oscura del hermoso dolor...

Y desde entonces me enamoras...
Desde entonces yo he de morir por ti
Con una nueva perspectiva de esto llamado vida...
Eres la insólita ilusión que deje crecer en mi...

Como el fuego aumenta a medida de que tu dolor atormenta en mi ser...
Eres la trágica ilusión que deje crecer en mi...

Llévame contigo

Como te necesito esta noche
Perdido sin ti.. En mi llanto me ahogo
Promesas incumplidas... El arrepentimiento
He sido sincero contigo, aunque mi corazón no fue sincero conmigo...

En mis sueños te veo y te visito...
Algo que siempre supe fue que no podrías quedarte...
Algo que siempre supe fue que me dejarías...
En el camino desolado, en la oscuridad temerosa...
Sus palabras secas humedecieron mis ojos

En mis sueños puedo decirte como me siento
En mis sueños puedo tocarte y besarte
Pero sigo sintiendo tanto dolor...
Pero sigo sintiendo tanto dolor...

Algo que siempre supe fue que el camino acabaría de esta manera...
Y una luz color violeta enciende mi silencio
Llevate mi corazón contigo, si te vas...
Llevame contigo...

Porque la neblina no se desvanece...
Porque las pasiones de vuelven lágrimas
Porque los sueños son inalcanzables
Porque hoy sigo sintiendo tanto dolor
Porque hoy sigo sintiéndote...

Así la verdad se hace incierta...
Así el verano se hace tan frío...
Caen las hojas al suelo...
Marchitan las rosas negras que te di...

Desde tu ida, no hay nada en que creer
Si confíe en ti y solo en ti...
Mi silencio no será en vano...
Toma mi mano, toma mi mano y llevame contigo...

Porque puedo verte al cerrar los ojos y sentirte
Porque me duele... Porque me encanta...
Sigo sintiendo este dolor... Tanto dolor...
Sigo sintiendo este dolor... Tanto amor...

Siempre te desee lo mejor
Y si no querías dejarme... Estaré ahí para ti
Sin ningún pretexto...
Tu amor incondicional siempre estuvo en mis brazos
Porque aun sigo sintiendo tu calor en esta brisa

Tu presencia, tan pura...
Amo tu esencia... Llevame contigo...
Como las noches estrelladas, sangrando y muriendo juntos bajo la luz de la luna...
Llevame contigo... Porque sigo sintiendo este dolor...

¿Por que hay cosas irremediables?
¿Por que pagamos por los pecados de los demás?
¿Por que necesito tu mirar en mi?
Tu corazón gritaba quedarte... Y no fuiste escuchada por nadie...

Pero yo siempre estuve ahí... Siempre te cuide
Algo que siempre pude sentir... Fue tu ser
Empapado por tu perfume... Por tu veneno
Toma mi corazón y llevalo contigo...
Porque aun sigo sintiendo este dolor...