Mi alma destrozada


El alma destrozada, el alma gris y estéril que muere dentro de mi frío cuerpo…
Mis sueños inalcanzables son una tortura para mi ser… Quisiera reconfortar mi espíritu…
Pero, si una meta intocable me observa con decepción, no podré jamás ser algo más.
No hay nada que gritar, aquí, en soledad no hay nadie quien me escuche…

Así que hoy voy a llorar y velaré la noche entera, esperando tu llamado…
Mi alma te necesita; en mis ojos aún llueve tu recuerdo…
Quisiera besarte, quisiera tomar tu mano y que me ayudes a levantarme…
Mi vida se pierde con lágrimas a través de tu pensamiento…

Es el alma destrozada, los pétalos de una rosa marchita…
Tú eres el único que pétalo que aún muerto, no se termina de desteñir…
Ámame, suplico de rodillas tu amor… No se por qué, pero te necesito a mi lado…
Después de morir, yo sigo viviendo en ti; quisiera tocarte, quisiera que me escucharas…

Hoy mi alma destrozada está llorando.
Ya fuera de mi cuerpo, fuera de tu mundo… Deseo volver y abrazarte, decirte que todo esta bien.
Es tu poción, es tu veneno… Inyectas dolor en mí; tan sólo siénteme, y por favor no me olvides…
Este vacío me consume… Mis venas drenan su sangre, y la luz de la luna agoniza ante mis desorbitados ojos…
¡Te amo!, te deseo sólo para mí…

El corazón es débil y frágil, mi alma se destroza…
Mis heridas no sanan, y mis cicatrices se abren y se agrandan…
El suelo está repleto de lágrimas, sangre y lluvia…
Aún te estoy pensando; tanto hice por no llevarte más conmigo, y aún te estoy sintiendo.

No tenemos esperanza caminando sobre este suelo…
Y mis pasiones quemadas, mis sueños arrebatados, mis estrellas apagadas; todo se vuelve un castigo.
Esta furia no se podrá desatar… Ya no hay tiempo que perder, porque ya no hay tiempo que ganar…
Pasaron las horas, y yo sólo lloraba mientras observaba el reloj… No fui capaz de hacerte mía…

Y hoy mi alma destrozada llora; llora por ti.
Quisiera que te fueras del todo; pero aún tu presencia sigue atacando mi desolación…
Cariño, acompáñame en la muerte… Cuando respiro, es el humo del fuego que se extinguió…
¿Morirías esta noche por mí?... Yo estoy muriendo bajo un cielo disfrazado de mentiras…
¿Morirías esta noche?... La luna llena sigue iluminando nuestras lágrimas al deslizarse por nuestras mejillas.

Ángeles, pido un consuelo… Estoy ahogándome en el océano que lloré para nosotros…
No me siento mejor al saber que ya no estoy… Y si miro tus ojos no podré decirte que me arrepiento.
Es un destino taciturno al cual tú me guiaste… Yo sólo creí en ti…
Mi alma destrozada está sufriendo tu ausencia… Estoy sufriendo tu culpa.
Ella es todo para mí, ahora soy un hilarante del silencio…
Lloro por ti, muero por ti…
Mi alma se destroza, y cada partícula de mi ser aún desea tenerte…
Estoy sufriendo tu culpa… ¡Te amo! Y mi alma sufre tu culpa. 

1 comentario:

  1. Excelente texto, me gusto la manera en que escribes, realmente te llega.

    ResponderEliminar